URANO EN ARIES (12/3/2011 A 5/3/2019)

En este signo de fuego, primero del Zodíaco y conocido por su impulsividad y agresividad rayanas a veces en la osadía y la violencia, Urano, el astro más revolucionario del cielo se quedará hasta marzo de 2019 para dar inicio a un nuevo orden mundial que ya empezamos a vislumbrar con la emergencia de ciertos países que, a buen seguro, acabarán por desbancar o controlar al menos a los que hasta ahora llevaban la voz cantante del mundo, pues este tránsito lleva a la innovación, independencia e, incluso, a rebelarse contra los convencionalismos y normas sociales.

Urano tarda en cruzar cada signo unos 7 años o poco más, su ciclo completo es pues de unos 84 años, y la última vez que estuvo en Aries (1928-1934) coincidió con el periodo de entre guerras, época de gran crisis social y económica conocida como la Gran Depresión, pues en 1929 tuvo lugar de forma súbita e inesperada, tal como suele actuar este astro, la mayor Caída de la Bolsa habida hasta entonces e importantes cambios en todo el mundo. Por otra parte, siendo Urano un símbolo de rebeldía ante el orden establecido, y al ser Aries un signo que se caracteriza también por su afán de individualismo y su culto al "yo" -que le llevan a querer destacar por encima de los demás y a ser "el primero"-, este otro tránsito que comenzó en marzo de 2011 y acaba en marzo de 2019, podría suponer un choque entre el fenómeno de la globalización mundial y el deseo de autogobierno que vemos en muchas naciones decididas a desvincularse de la misma e, incluso, la tendencia a la sedición de algunos estados, provincias o autonomías, como lo ocurrido en el Reino Unido con Escocia o en España con Cataluña, por poner sólo dos ejemplos, si bien es cierto que la aspiración de estas y otras regiones a separarse de los respectivos países que les gobiernan viene ya de lejos, pues Urano rige lo más novedoso pero, también, el resurgir de lo más ancestral. Quizá por eso algunos prefieran enclaustrarse ahora en lo tribal antes que abrirse a otros pueblos.

Resulta sorprendente asimismo ver cómo la tecnología y grandes inventos uranianos conectan a gentes de diversas edades, idiomas, ideologías o culturas que se unen entre sí para mover el mundo o comunicarse simplemente desde cualquier rincón del planeta, a veces sin siquiera llegar a conocerse en persona, pues lo hacen desde la comodidad de su ordenador, tableta o teléfono móvil, y de un supuesto anonimato con el que creen poder preservar su propia identidad. Es paradójico que las redes sociales sean las grandes protagonistas del momento que vivimos mientras que la gente, conectada a ellas durante gran parte de su tiempo, tiempo que podrían invertir en hablar o estar directamente con las personas que sí conocen y tienen a su lado, tienda cada día más al individualismo y a encerrarse en ese mundo virtual que, no obstante, representa ya una nueva forma de comunicación y cooperación.

LA PRIMERA ENTRADA DE URANO EN TAURO (15/5/2018 A 6/11/2018) Y SU PASO DEFINITIVO POR ESTE SIGNO (6/3/2019 A 26/4/2026)

El segundo del Zodíaco pertenece al elemento tierra y su esencia es más calmada que la de Aries y menos impaciente pues, a diferencia de la propensión del carnero a ir siempre con la cabeza por delante y abrirse camino aunque sea a topetazos, los toros pacen a gusto en la dehesa y no les gusta que nadie les incite a moverse de allí aunque si alguien lo hace, sabido es que arremeten con furia. Quizá por eso, la ya cercana entrada de Urano en Tauro el 15 de mayo de 2018 (aunque en su retroceso regresará a Aries en noviembre del mismo año para no hacer su ingreso definitivo en Tauro hasta el 6 de marzo de 2019), indique que las revoluciones emprendidas anteriormente por Urano en Aries choquen pronto con actitudes más conservadoras y reacias a los cambios que requiere Urano. Podemos traducirlo en que todo lo que trajo su tránsito por el impetuoso y fogoso signo del carnero necesita ahora tomar tierra, aposentarse y asentarse poco a poco para poder materializarse y dar verdaderos frutos, estables y duraderos. Pero para lograr todo ello, será preciso ser más pacientes y perseverar en su desarrollo, organizarse al respecto y asumir mayores compromisos...

Tauro se distingue además por su sentido práctico y realista, así que los cambios que necesita nuestro mundo deberán llevarse a cabo de manera más lenta, sosegada, y probablemente se den sobre todo en cuestiones propias de este signo relacionado también con los bienes materiales, la economía o la agricultura, así como con el arte, la belleza y la moda dado que su planeta regente es precisamente Venus, el nombre que Roma daba a la misma diosa que los griegos llamaban Afrodita.

No deja de resultar curioso que Venus y Afrodita, prototipos de las cualidades femeninas de la naturaleza y símbolos del amor y el placer, del disfrute, la gracia y el encanto, de la búsqueda de la armonía, del equilibrio y de las formas correctas, y por eso mismo de la belleza y el arte aunque también de la liviandad, la exuberancia y la sensualidad, o de la riqueza material y espiritual, sean hijas sólo de padre sin concurrencia directa de la madre y, precisamente, hijas de Urano. Así nos lo cuenta al menos el mito del nacimiento de Afrodita, cuyo nombre significa "nacida de la espuma". La historia comienza así: Harta de ser constantemente fecundada por su primer hijo, Urano, el fértil aunque caótico Cielo, y de la crueldad con la que éste mortificaba a su progenie, pues conforme iba naciendo la desterraba a las regiones profundas del Tártaro, Gea, la Madre Tierra, incita a los Titanes, nacidos también de su unión con aquél, para que castiguen al padre. Y será el más joven de los siete, Cronos, el Saturno romano, quien armado de una hoz sorprenda dormido a Urano para segarle los testículos y arrojarlos al mar. De ese divino semen, de esa espuma, nacerá Afrodita o la Venus romana, representantes de un nuevo orden universal más estable, organizado, y menos anárquico que el anterior.

La última vez que estuvo Urano en Tauro (entre 1935 y 1942) coincidió, entre otras cosas, con la llegada y apogeo del nazismo y con dos importantes Guerras, la Civil Española y la Segunda Mundial aunque, como ya sabemos, ese gran conflicto en el que estuvieron implicadas la mayor parte de naciones del mundo terminó dando el triunfo a los Aliados contra las llamadas Potencias del Eje lideradas por la Alemania de Hitler. Fue un periodo, en todo caso, que trajo una revolución en otros campos, por ejemplo, en el de la moda con el invento del nailon y las medias que cambiaron la forma de vestir de las mujeres, aunque ese material fuese luego utilizado principalmente para fabricar útiles de guerra como cuerdas y paracaídas dadas las necesidades del crítico momento que se vivía. Por otra parte, aunque la primera patente y comercialización de los tampones femeninos se hizo algunos años antes bajo la marca Tampax y durante la Segunda Guerra Mundial la compañía los fabricaba a la vez que elaboraba vendas de algodón para los heridos, la primera y gran campaña publicitaria de los tampones sanitarios se realizó en 1936. La música experimentó asimismo una gran revolución con el invento del amplificador de sonido por parte de Leo Fender en 1935 y que acabaría llevando a incluir la energía eléctrica en distintos instrumentos como el bajo, el piano o la guitarra, siendo ésta precisamente la primera en utilizarla. ¿Qué sería del Rock and Roll que, aun naciendo como tal en la década de los años 50 ya incorporaba ritmos anteriores, sin la guitarra eléctrica?

Es posible pues, que el próximo tránsito de Urano a través de Tauro traiga también algunos cambios en el arte y avances la industria textil, en la cosmética o la moda, y quizá también una nueva revolución femenina o empoderamiento de las mujeres, así como novedades en el mundo de las finanzas, de la agricultura, y mayores reivindicaciones ecológicas y a favor de la Naturaleza y el Medio Ambiente, que buena falta nos hace para poder seguir disfrutando de este nuestro planeta, verdadero hogar de todas las criaturas humanas o no, aunque esto nos suponga tener que renunciar a ciertas comodidades adquiridas a las que ya estamos demasiado acostumbrados y de las que a Tauro no le gusta precisamente desprenderse...