Desde
el punto de vista antropocéntrico, Sol y Luna son planetas que viajan, como
los otros astros, alrededor de la Tierra (que es desde donde el hombre se
mira en el Cielo). Y, la Eclíptica, zona estelar limitada por los doce signos
zodiacales y alguna otra constelación, frontera y borde del Sistema Solar,
actúa de pantalla celeste en la que los planetas proyectan su trayectoria
a través del Tiempo. De este modo, desde la Tierra se observa que en determinada
estación y mes, el Sol tiene a tal constelación o a tal otra como referencia
del decorado en el que se mueve, es decir, está en Aries, Acuario, Cáncer...,
cosa que sucede también con todos los astros. Así, dependiendo de la hora,
día, mes y año en que algo nazca, Júpiter estará en Leo, Piscis..., la Luna
en Libra, Tauro... etc. Si en el drama de la vida los actores son los planetas,
el telón de fondo donde transcurre cada escena es la Eclíptica y el Zodíaco.
Trazando cuatro triángulos sobre un círculo obtenemos una estrella de doce
puntas. Y si ese círculo es la Eclíptica, los doce vértices corresponden
al inicio de cada uno de los doce signos del Zodíaco. A su vez, cada triángulo
simboliza respectivamente al del fuego, la tierra, el aire y el agua, elementos
que dan carácter a los signos desde tiempos remotos. Pero si ese círculo
es además un calendario, cada vértice da entrada a un mes y el espacio comprendido
entre tres vértices seguidos señala tres meses, el tiempo que dura una estación.
En el vértice de Aries o Marzo comienza la primavera, en el de Cáncer o
Julio, el verano, en el de Libra o Septiembre, el otoño, y en el de Capricornio
o Diciembre, el invierno. Estos signos, Aries, Cáncer, Libra y Capricornio,
se llaman cardinales por iniciarse en ellos cada una de las cuatro estaciones.
Tauro, Leo, Escorpio y Acuario, son signos fijos, porque en ellos se fijan
y concretan las estaciones, mientras que con Géminis, Virgo, Sagitario y
Piscis, signos mutables, las estaciones mudan, cambian, mueren...
Estrella
de 12 puntas a partir de 4 triángulos: El rojo es el del fuego,
el verde representa a la tierra, el amarillo, al aire, y el azul,
al agua. |
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Las
fechas son aproximadas, pues no todos los años tienen 365 días
ni los astros se mueven a la misma velocidad por cada signo. |
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Si en vez de triángulos
trazamos tres cuadrados, obtenemos también una estrella de doce puntas,
pero en este caso, los ángulos de cada cuadrado encajan en cada una de lo
que en Astrología se conoce como las 3 triplicidades, esto es, la cardinal,
la fija y la mutable, y cada uno de los lados de los cuadrados abarcaría
el tiempo transcurrido entre el inicio de una estación y el inicio de la
siguiente, es decir, un trimestre de los cuatro que tiene el año. Sus vértices
podrían corresponderse también con las horas del reloj.
Estrella
de 12 puntas a partir de 3 cuadrados: el gris se asocia a signos
cardinales y a las 12, 3, 6 y 9 horas, el fucsia a los fijos y
a las 2, 5, 8 y 11 horas, el azul claro se asocian a los mutables
y a la 1, 4, 7 y 10 horas. |
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